Sin hacer nada, seré más omnipresente que nunca.

No estaré en los lugares donde esperes encontrarme, ni llamaré cuando suene tu teléfono. No saldré en las fotos que veas, ni pasearé por tus mismas calles. No tomaré café en aquella cafetería, ni quemaré las pistas de baile donde solía bailar. Quizás coja el primer vuelo a cualquier otra parte; como si me hubiese tragado la tierra.

Al principio sentirás un pequeño pinchazo sin importancia. Alguien te preguntará por mí y te sorprenderá no saber qué contestar. Saldrás con tus amigos, te pondrás aquella camiseta que te regalé y, sin saber exactamente por qué, te agobiarás. Con el paso de los días te darás cuenta de que piensas en mí más que de costumbre, y aparecerá la ansiedad. Darás una vuelta para despejarte y que te de un poco el aire después de la noche anterior, pasarás junto a alguien que use mi perfume y, de repente, tu estómago se revolverá y subirá hasta tu garganta, como en una caída libre. Te preguntarás dónde demonios estoy y por qué no te llamo. Sin hacer nada, seré más omnipresente que nunca.
Será entonces cuando me eches tanto de menos que te duela.

¿Y si ahora fuese nuestro momento?

Plasmar con palabras lo que siento muchas veces me ayuda a entenderme a mí misma.
No sé qué me ocurre, quizá esté bajando la guardia. Noto cómo se resquebraja mi coraza y mis manos sueltan las armas. La luz llega a mis pupilas gracias a que, ahora, el escudo me queda a la altura de los pies. Como si escondiese las garras.
Siento que simplemente me dejo llevar por las sensaciones y no pienso. No sé qué quiero o dejo de querer. Lo único que tengo claro es que ya no me da miedo arriesgar. Que ya he sanado y puede que haya abierto los ojos ante lo que tengo ante mí, y me guste.
Reconozco que me he cegado: tanto tiempo sin querer mirar que ahora me siento abrumada y no sé si siento o simplemente fantaseo con la idea de cómo sería esa historia.
Me siento torpe, tonta, como cuando te estás enamorando. No hay lugar para la razón y yo ya no sé si es la caprichosa primavera o que he caído rendida ante un posible "tú".
Sospecho que ha renacido mi capacidad de poder fijarme en alguien, de, quién sabe, volver a enamorarme, después de tanto tiempo en la trinchera, atacante.
Me siento plena. Amo el amor, y echaba de menos el no poder ni querer, siquiera, planteármelo. ¿Y si ahora fuese nuestro momento?

...

-¡No! No creas en estupideces, el pato feo nunca se convertirá en cisne, no me  hagas creer mentiras, llevo escuchando esa maldita historia 24 años y todo sigue igual. Nunca seré un cisne y lo sabes, deja de mentir, deja de levantar falsas ilusiones, nací así y así me va a tocar morir en breve, no me llames pesimista, llámame realista. Toda mi vida he creído en ti, en mamá, y en todos, ahora me doy cuenta de que en realidad miráis con pena, y sabéis, la pena me la dais vosotros por no aceptarme tal y como soy, por creer que algún día seré perfecta y cumpliré todos vuestros deseos, aceptarlo ya, la muerte vive en mi cuerpo, tengo cáncer, ¡cáncer! Maldito idiota, deja de creer que algún día me curaré. Te odio mejor amigo, te odio...

Sabes que estuve, estoy y estaré siempre que me necesites.

Por ahí dicen que eres un tesoro, de esos que se tienen que cuidar como si tu vida dependiera de ello. Que aprecias cada pequeña cosa, sonríes en cada momento, y eres achuchable no, lo siguiente. Te debo cada cosa, que no sé si seré capaz de hacerte todo lo feliz posible para devolvértelo. Que tus abrazos fueron los mejores, y que los echo de menos cada día. Se podría decir que contigo estar agradecida se queda corto.  Eres de esas personitas que agradezco que hayan aparecido en mi vida. Te quiero demasiado.

Queridos reyes magos...

[Siempre se suele escribir una carta con lo que deseas ese año, pero yo este año he decidido hacer mi propia versión.]
Queridos reyes magos, este año he aprendido...
Que cuando tienes ganas de probar cosas nuevas, te da igual el miedo a equivocarte.
Que el termino medio es bueno, pero no en exceso.
Que los buenos amigos, siguen siendo buenos amigos, a pesar de que pase el tiempo, o un huracán.
Que la ilusión de escribir, mandar, recibir, esperar, una carta, es única e incomparable.
Que es un error justificar lo injustificable, además de que no todo el mundo se merece una explicación.
Que no hay nadie en este mundo con derecho a hundirme y a decirme que no soy capaz de hacer algo, nadie.
Que debo fijarme al escribir, echo no va siempre sin h.
Que me encanta todo lo relacionado con hacer arte, con aportar un granito al mundo.
Que el silencio hay que saber como y con quien disfrutarlo.
Que hay abrazos que apesar del tiempo, recordarlos, cura cualquier mal.
Que hay que decir que no, cuando hay que decir que no, no se puede agradar a todo el mundo.
Que hay personas jodidamente especiales y únicas, que aparecen y se van, sin ser llamadas, ni echadas.
Que dichas personas me han aportado mucho más a mi vida de lo que nunca les podré explicar.
Que las oportunidades hay que valorarlas, no sabes cuando volverán a aparecer.
Que cada segundo cuenta, y no me puedo permitir perder ni uno más.
Que el "Me duele a mí, más que a ti." a cobrado cierto sentido.
Que quien me quiere de verdad, hace todo lo posible por mi bienestar, pero que no lo haga, no significa que no me quiera.
Que todo es mucho más bonito si lo miras con una sonrisa.
Que dejar a mi palabra en mal lugar, es una de las peores cosas que puedo hacer.
Que ayudar a los demás desinteresadamente es algo que me aporta una barbaridad.
Que mis metas las voy a conseguir, me cueste lo que me cueste.
Que no todo el mundo acepta que seas independiente y no necesites su aprobación, pero, es lo que hay.
Que no se puede tener todo planificado, hay que improvisar.
Que cada vez me sorprende menos lo que sucede en esta sociedad.
Que se puede llegar a ese sitio donde algún día dije, "Joder, ojála yo estuviera ahí." y no es difícil llegar.
Que a veces hay que ser egoista, y pensar en ti antes que en los demás.
Que hay canciones que llegan al alma, y hacen sobrepasar la realidad.
Que los tacones siguen siendo igual de incómodos.
Que observando la televisión española no se consigue más allá de una mala mentalidad.
Que leer un buen libro es una de mis siete maravillas.
Que la edad de una persona no va acorde con sus actos ni con su mentalidad.
Que esa fuerza brutal que yo oía que los enamorados decían que se sentía, se siente.
Que ser capaz de saborear lo que sucede en cada instante de la vida, es una jodida virtud.
...queridos reyes magos, creo que este año me he portado bien, porque he hecho lo que quería, así que por eso pido... nada, no voy a pedir nada, solo quiero seguir disfrutando cada segundo como si fuera el último de mi vida, y seguir siendo la segunda versión de mi misma.

Eras inconmensurable.

Este fin de semana, quedara guardado en mi memoria, es siempre amargo despedirse de un ser querido, pero llegó el día en el que se separan nuestras vidas, siempre he sabido quien era mi primo, pero en este último periodo de su vida he podido apreciar que su dimensión como persona, dentro y fuera del ámbito familiar, era extraordinariamente grande e inconmensurable, sin caer en el tópico, era una gran persona , será difícil dejar atrás estos últimos meses, el cáncer es una enfermedad sin compasión, puede dejar a una persona sana, fuerte y con una voluntad de hierro en nada, convertirlo de la noche a la mañana en un anciano de 80 años, pero lo que nunca podrá arrancarnos esta cruel enfermedad será tu recuerdo, tu ejemplar lucha durante todo este tiempo y sobre todo tu fuerza de voluntad, nos has dado a todos una lección de vida y de dignidad.
Quedaras siempre en mis recuerdos como el primo futbolista del Rayo Vallecano, el que un día me lleno de orgullo y admiración, al verlo jugar en Puertollano, siempre estaré orgullosa de presumir de tener un primo futbolista, pero sobre todo quedara tu franqueza, tu preocupación por los demás, incluso en los momentos más difíciles y por encima de todo tu amistad.
Primo, siempre estarás con todos nosotros, recordaremos tu ejemplo de dignidad ante la enfermedad, nosotros nunca te olvidaremos.

Esta noche, no...

Mi estado actual es deplorable, y los cristales como si fuera poco hacen que me refleje y es que no quiero verme joder, no quiero verme, tampoco quiero verte... no sé muy bien que es lo que quiero, ni sé si quiero saberlo, y que puede que si lo descubro vea que estás en mi lista de caprichos, y que, aún no he aprendido a ponerte en el lugar donde te corresponde, pero sé que te corresponde alguno. Quiero que estés ahí, decirte que eres lo más bonito que me he encontrado hasta el momento, pero no te acerques porque quemas...